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Así fue el Miércoles Santo 2022

Esta vez sí. Después de dos años sin que los cofrades de la Misericordia pudiéramos vestir nuestra túnica y nuestro cubrerrostro blancos, el Miércoles Santo, 13 de abril de 2022, volvió a permitir la cita con nuestra más profunda condición.

No faltaron las dudas ni las incertidumbres, porque a la lluvia del Martes Santo, que obligó a suspender todas las procesiones de esa jornada, se unió, sobre las seis de la tarde del mismo Miércoles, un ligerísimo aguacero que puso una sombra, aunque leve, en la luz espléndida del día que Dios Nuestro Señor había sido servido de proporcionarnos.

A las diez de la mañana se habían abierto las puertas de la Basílica. Inmediatamente empezaron a llegar hermanos, devotos y amigos para rezar ante nuestros titulares, contemplar la belleza de los pasos y del altar de insignias y desear a nazarenos y costaleros una feliz y provechosa estación de penitencia.

Acudieron las dos bandas, que depositaron sendas ofrendas florales ante las imágenes: la de Caído-Fuensanta para el Santísimo Cristo −calvario de iris morado en su paso− y la de María Santísima de la Esperanza para la Señora, que presidía su palacio de malva y oro con fragancia de rosas de color champán.

Hicieron también acto de presencia el alcalde de Córdoba, José María Bellido, y la presidente de la Agrupación de Cofradías, Olga Caballero, que desearon a la Hermandad una magnífica estación de penitencia.

Y fueron, naturalmente, muchas las familias de cofrades que quisieron visitar a los titulares y hacerse una foto ante los pasos preparados.

«Estrenaba» la sagrada imagen de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo tanto el manto procesional, restaurado, enriquecido y pasado a nuevo terciopelo el año pasado por el Taller de Bordado en Oro Juan Rosen, de Málaga, como la «nueva» saya de color malva, confeccionada con los bordados en oro de las adoratrices de 1950 debidamente enriquecidos por el mismo taller malagueño.

Era, y lo sabíamos, la última vez en que el paso de palio iba a salir en su actual configuración: tras el acuerdo adoptado en Cabildo General Extraordinario hace unos meses, el paso se presentará en 2023 tras culminar el proceso de renovación, ya iniciado, que modificará sus dimensiones y mejorará su patrimonio artístico, restaurará y pasará a nuevo terciopelo los bordados del techo y las caídas del palio y reconfigurará los respiraderos. En ningún caso, desde luego, modificará su impronta y su sello inconfundible y elegantísimo de malva y oro que siempre lo ha caracterizado.

 A las doce del mediodía se rezó el Ángelus, e inmediatamente después se procedió a un acto entrañable: el Hermano Mayor, José Manuel Maqueda Estepa, ofreció al matrimonio compuesto por nuestros hermanos Manuel Naz Girado y María Dolores Caballero Fonseca el homenaje y el reconocimiento de toda la Hermandad por sus muchos años −más de 70− de pertenencia a nuestro listado de hermanos, por su incansable devoción a nuestros titulares y por su trabajo de muchos años en beneficio de la Hermandad. Tras la entrega de un cuadro como recuerdo de este homenaje, y con palabras emocionadas, Manuel Naz agradeció el reconocimiento y recordó que todos los días le reza al Santísimo Cristo con toda su alma, pidiendo la salud y la prosperidad de su familia y su Hermandad.

También concurrió una circunstancia poco frecuente, porque a media mañana coincidieron en la Basílica seis Hermanos Mayores, todos los que quedan con vida de los que ha tenido la Misericordia, que suman hasta el momento −el actual Hermano Mayor lo será hasta 2024− un total de 27 años de historia: Miguel Ángel Melguizo Gómez (1982-1986), Antonio Varo Pineda (1986-1990), Ángelmaría Varo Pineda (2000-2001), Manuel Ramírez Pérez (2004-2011), Leopoldo Tena Guillaume (2011-2015) y José Manuel Maqueda Estepa (desde 2015 hasta la actualidad). Los seis Hermanos Mayores compartieron recuerdos, experiencias y emociones y posaron juntos para unas fotos que muy pocas cofradías de Córdoba pueden ofrecer.

La puerta principal de la Basílica se cerró a las dos de la tarde, y sólo se volvería a abrir a las siete y veinte para dar paso a la Cruz de Guía y a todo el cortejo de nazarenos blancos, que este año se configuró tras el reparto de 413 papeletas de sitio. Antes, a la seis menos cuarto, se celebró la Santa Misa de Nazarenos, que fue oficiada por primera vez por nuestro rector y consiliario, el Rvdo. Sr. D. Domingo Moreno Ramírez: en ella nos recordó el sentido penitencial y de oración que tiene la estación de penitencia, y nos pidió que rezáramos por la paz del mundo y, de forma particular, por el fin de la agresión bélica que está sufriendo Ucrania.

La presencia en la calle de nuestra Hermandad volvió a ratificar la condición de «Silencio Blanco de Córdoba» que caracteriza a la Misericordia cada Miércoles Santo. Un cuerpo ejemplar de nazarenos, un andar solemne y exquisito en los pasos y una selección musical adecuada a nuestro estilo en ambos pasos, generaron una estación de penitencia por la que hemos recibido numerosas felicitaciones y elogios.

En el cuerpo de nazarenos, se incluía el estreno de una manguilla blanca para la Cruz Parroquial que abre el tramo de acólitos del paso de palio, y que ha sido confeccionada desinteresadamente por una hermana de la Cofradía, y en la que se ha incluido una cartela bordada con los Sagrados Corazones, producto asimismo de una donación.

Ni siquiera el parón de casi una hora, producido antes de entrar en carrera oficial y ocasionado por un percance sufrido por la Hermandad del Calvario, descompuso la elegancia y la compostura de nuestro cortejo.

La estación en la Catedral marcó el cénit de la procesión, con la adoración al Santísimo Sacramento, expuesto en la nave catedralicia ante la que discurrió nuestra Cofradía en la solemne intimidad del templo mayor de nuestra diócesis… y uno de los monumentos más importantes del mundo.

El regreso a San Pedro se realizó con el mismo estilo y elegancia que el camino de ida a la Catedral. El eje Lucano-Lineros-Don Rodrigo se ha convertido para nuestra Hermandad, y para muchas personas que la admiran y la siguen, en un espacio propio para el disfrute reposado, la oración tranquila y la audición de un exquisito y selecto concierto de marchas procesionales en las dos modalidades que acompañan a nuestros titulares.

Con una hora de retraso sobre el horario previsto, motivada por la causa citada, entró el cortejo en la Basílica. Ya dentro del templo, se hizo entrega a Enrique Garrido Montero y su equipo de capataces y costaleros de un sencillo recuerdo como agradecimiento por los diez años que llevan sacando, con discreción y elegancia, el paso de palio de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo.



La experiencia de la primera vez como nazarena

Como testimonio de su experiencia, la joven cofrada Lucía Santiago Corpas, que hacía su primera estación de penitencia tras ingresar en la Hermandad el año pasado, publicó en las redes sociales el siguiente texto, que reproducimos con su autorización en las líneas siguientes: 

No todos tienen la dicha de vestir el honorable hábito del nazareno, muchos menos tienen la fortuna de sentir en el corazón la Semana Santa, el amor por sus titulares, el sentimiento de pertenecer a la familia cofrade.

Desde pequeña me azotaba un escalofrío especial al exponerme al aroma del incienso, al redoble de tambores, al hallarme en la calle frente a Jesús y María.

Entre muchas revelaciones que han tenido lugar en mi estación de penitencia, he entendido que no elegí yo esta Hermandad, fue el Señor de la Misericordia y Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo quienes que me llamaron, y yo, que quiero y trato de ser una buena hija, acudí gozosa a su llamada.

 Fue un día para mí y quienes me conocen plagado de felicidad, nervios, lágrimas que traté de ocultar bajo mi cubrerrostro. Porté conmigo el Rosario herencia de mi abuela, ella que me inculcó el amor y respeto a Dios, a las tradiciones, ella y mi abuelo, rezaron junto a mí, permanecieron a mi lado y sentí su presencia de forma clara cuando estrechaba el rosario contra mi corazón.

 Si algo os pido que sea salud y paz, para el mundo, para mi familia y amigos, para mí. Y si es tu voluntad, Señor, permíteme acompañarte y a Nuestra Santa Madre, muchos años más.

 ¡Viva el Miércoles Santo! ¡Viva el Silencio Blanco! ¡Viva el Señor de San Pedro! ¡Viva Nuestra Señora de las Lágrimas!

OSTENDE NOBIS, DOMINE, MISERICORDIAM TUAM

 Lucía Santiago Corpas

Hermana de la Misericordia


Completamos esta crónica con las colecciones de fotos que siguen a continuación, y que se irán ampliando en días sucesivos:

Álbum oficial de fotos de la Hermandad

Fotos D. Antonio Lucena Hidalgo

Álbum de D. José Cantueso Lopera

Fotos de Dª Amelia Atance Hernández