Intensidad, emoción y expectación. Con estas palabras se puede sintetizar lo que los hermanos de la Misericordia han vivido el fin de semana del 25 y 26 de marzo.
Intensidad por la concentración de actos en torno a Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo. Emoción por la cercanía con Ella y con lo que representa: silencio, oración, acción de gracias y petición de bendiciones. Y expectación porque poco a poco se va acercando el momento en que veamos a Nuestra Señora entronizada completamente en su renovado paso de palio.
La jornada del sábado 25 estuvo dedicada al acto reverencial ante la sagrada imagen, que sustituye -al menos de momento- al tradicional besamano.
La mañana del domingo 26 manifestó la intensidad de que hablamos. La sagrada imagen seguía expuesta a la veneración de los fieles, pero ante Ella se sucedieron las actividades. En primer lugar, y tras el saludo del Hermano Mayor, los niños de la Misericordia le ofrecieron su inminente estación de penitencia. En nombre de ellos, nuestra joven hermana Esther Sánchez de Medina leyó el ofrecimiento y pidió salud para sus seres queridos y paz para el mundo. Minutos antes, las tres diputadas que en la procesión velarán por los más pequeños se presentaron a ellos y les explicaron que estarán a su disposición durante toda la procesión por si necesitan su ayuda. Inmediatamente después los niños fueron pasando y dejaron a los pies de Nuestra Madre sus ofrendas: flores y kilos de alimentos para los hermanos más necesitados. El acto con los niños terminó con el rezo de la oración Bendita sea tu pureza y unas palabras de nuestro consiliario, don Domingo Moreno Ramírez.
Sin solución de continuidad asistimos a la Santa Misa parroquial, al término de la cual se procedió a la entrega del diploma correspondiente y el pasador para el cordón de la medalla a los hermanos que este año cumplen veinticinco años ininterrumpidos de pertenencia a nuestra Hermandad.
Como brillante cierre de la jornada en San Pedro, se formó la procesión claustral en la que Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo fue trasladada solemnemente hasta el paso de palio, donde quedó entronizada. Un centenar de hermanos portando cirios y nuestro cuerpo de acólitos formaron el cortejo, que discurrió mientras nuestra Capilla Musical interpretaba el Salve Regina, el Stabat Mater de Kodály y el Ave Maria de Caccini-Vavilov.
Una vez entronizada la imagen en su paso de palio, nuestro consiliario dirigió el rezo del ejercicio en honor de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo y se rezó la oración por los difuntos de la Hermandad.
