Con la función solemne ofrecida, en cumplimiento de voto secular, por el Cabildo Catedral, se ha puesto punto final al triduo a los Santos Mártires organizado por nuestra Hermandad. La Santa Misa fue presidida por el deán de la Catedral, M.I.Sr. D. Manuel Pérez Moya, junto al que concelebraron varios capitulares y el rector de la Basílica.
La idea central de la predicación del orador sagrado fue que los Mártires «se dejaron guiar por Dios, y no por los hombres», y de acuerdo con esto, son un ejemplo para no dejarnos llevar por las atracciones y criterios de este mundo.
Al término de la Santa Misa, fue presentada a la veneración de los asistentes una reliquia de los Santos Mártires.
Como en los días anteriores, la función solemne ha sido emitida en directo por nuestro canal de YouTube, y se puede seguir en diferido en el enlace situado en la parte superior izquierda de este recuadro.
El triduo a los Santos Mártires de Córdoba, que se ha celebrado los días 24, 25 y 26, ha recuperado en los dos primeros días el rezo de las Letanías de los Santos Mártires, que se usó tradicionalmente en estos cultos hasta hace algo más de 50 años. Se trata de una serie de invocaciones a nuestros titulares martiriales, basadas en la estructura de otras Letanías, como la más común Letanía lauretana a la Santísima Virgen o la Letanía de los Santos que se reza en ocasiones solemnes como las ordenaciones sacerdotales.
Las Letanías de los Santos Mártires contienen los nombres que la tradición asigna a todos los Santos Mártires cuyos restos se veneran en la urna-relicario de plata que se conservan en la Capilla del Sagrario levantada por nuestra Hermandad en el siglo XVIII. A dichos nombres se han añadido los de otros Mártires cordobeses de otras épocas, como los de Santo Domingo Henares o los Mártires de la persecución religiosa de tiempos de la Segunda República y la Guerra Civil.
La tradición marcaba, asimismo, que mientras se invocaban los nombres de estos Santos Mártires debía sonar sin interrupción el campanillo de los Mártires situado en el campanario de la Basílica, aunque en esta ocasión, por problemas técnicos, se sustituirán por el toque continuo de una campanilla en el interior del templo.
Un motivo más, pues, para asistir desde el principio (a las 19:00 horas) a este piadoso ejercicio devocional, con el que, en la función del día 26 ofrecida por el Cabildo Catedral, se podrá lucrar la indulgencia plenaria cumpliendo las condiciones acostumbradas.