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Un Miércoles Santo tan distinto como intenso

Distinto e intenso. Así fue el Miércoles Santo de 2021. Las circunstancias excepcionales que vive el mundo tuvieron su repercusión en el día más importante de nuestro calendario.

No se vivió el Miércoles Santo como habríamos querido, pero eso no restó -sino todo lo contrario- intensidad, emoción, belleza ni oración a la jornada.

Nuestros titulares aparecían entronizados en su capilla de San Pedro, el Cristo a la misma altura que si fuera sobre el paso y Nuestra Señora luciendo por segunda vez su manto restaurado.

La Junta de Gobierno había preparado un dispositivo para organizar la entrada y salida de fieles y hermanos a la Basílica, respetando en todo momento las normas sanitarias. Y así, una vez abiertas las puertas del templo a las 10:00 de la mañana, comenzó el flujo de personas y los homenajes ante los titulares de los hermanos, a través de sus colectivos propios dentro de la Hermandad.

Comenzó el Grupo Joven, que fue seguido por las Damas Camaristas y por los hermanos mayores y hermanos con más de 50 años como tales; los que este año -y el pasado- cumplían 75 años en nuestra nómina recibieron el recuerdo habitual.


A las 12:00 del mediodía una representación oficial de la Hermandad, presidida por el Hermano Mayor, asistió en la Catedral al acto religioso programado por la autoridad eclesiástica y presidido por el obispo de la diócesis que sustituía la comparecencia procesional de la cofradía. Mientras tanto, en la Basílica, no cesaban de entrar y salir hermanos y devotos para rezar ante los titulares, ofrecerles ramos de flores y contemplar la hermosa presentación que había dispuesto el equipo de Mayordomía.


No se cerró la Basílica a mediodía, y los homenajes y comparecencias se reanudaron a las 17:00 horas, con la presencia de las autoridades, que fueron recibidas por el Hermano Mayor y el Consiliario: alcalde de la ciudad, responsables municipales de Hacienda y Urbanismo, Transformación digital y Juventud, comisario jefe de Seguridad Ciudadana, presidente de la Agrupación de Hermandades y Cofradías y presidente de la asociación "Arcángel azul", de veteranos y amigos de la Policía Nacional. Todos ellos recibieron sendos recuerdos y, además, tanto el alcalde de la ciudad, José María Bellido Roche, como el comisario jefe, Ignacio Barbosa de Miguel, firmaron en el libro de honor de la Hermandad.

A continuación, tras una breve actuación en honor de nuestros titulares, les tributó su homenaje la Capilla Musical de nuestra Hermandad.


Cerraron el ciclo de homenajes al Santísimo Cristo de la Misericordia y a Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo las dos cuadrillas de capataces y costaleros, que expresaron su deseo de poder, el año próximo, volver a ser "los pies"  de las sagradas imágenes.

La jornada terminó con la Santa Misa oficiada por nuestro Consiliario, que señaló que "la estación de penitencia tiene que durar los 365 días del año", llevando siempre a Cristo en nuestra vida.

En el momento del ofertorio, nuestra hermana número 1, Pilar Melguizo Fernández, depositó a los pies de Nuestra Señora los SOBRES DE CARIDAD que durante todo el día fueron recogiendo los hermanos para hacer su aportación a nuestro programa OBRAS DE MISERICORDIA.

 

Unas palabras del Hermano Mayor, llenas de emoción, mostraron su satisfacción por la respuesta de los hermanos en un Miércoles Santo distinto a todos los demás, pero con una hondura y una intensidad que demostraron el espíritu de nuestra corporación.