· 

Restaurada la corona de salida de Nuestra Señora

El orfebre Emilio León ha realizado una completa restauración, limpieza, reparación y dorado de la corona de salida de Nuestra Señora de las Lágrimas en su Desamparo, que está ya dispuesta para los cultos de la próxima Cuaresma y, por supuesto, para la estación de penitencia.

La corona de Nuestra Señora, que la próxima Cuaresma cumplirá 65 años, es sin duda alguna la pieza más valiosa del ajuar de Nuestra Señora en lo que a orfebrería se refiere. Está realizada en plata dorada, oro blanco, perlas y piedras preciosas.

En la parte frontal del canasto se contiene el escudo de la Hermandad escoltado por San Acisclo y Santa Victoria, y en la parte trasera la tiara pontificia flanqueada por San Eulogio y San Marcial. En la ráfaga, bajo la cruz que la preside en su parte superior, una hornacina contiene la urna con las reliquias de los Santos Mártires de Córdoba: conviene recordar que cuando la corona se hizo (1954) la Hermandad de la Misericordia no estaba fusionada aún con la de los Santos Mártires.

En la parte trasera, una inscripción recuerda a la niña María del Carmen Rojas Córdoba, hija de Pedro Rojas Higuera, fallecida a los 15 años de edad en 1951. Rojas Higuera realizó importantes aportaciones para sufragar la corona.

A continuación ofrecemos algunos detalles de la corona tras su restauración.

La corona fue impuesta a la sagrada imagen el Domingo de Ramos de 1954 por el vicario general Francisco Navajas Camargo, que sustituyó a última hora al obispo Fray Albino, que era quien estaba anunciado que presidiera la solemne ceremonia y que no pudo asistir por una indisposición.

Siguen a continuación algunas fotos de la imposición de la corona a Nuestra Señora, el Domingo de Ramos, 11 de abril de 1954.

 Fue realizada por el orfebre cordobés Rafael Peidró Dueñas y participó en su creación el que sería también gran orfebre Francisco Díaz Roncero. Por cierto, Peidró entregó su trabajo con un año de retraso y estuvo a punto de ser objeto de una demanda judicial por la Hermandad a causa de dicha demora.